MOLESKINE ® LITERARIO

Notas al vuelo en cuaderno Moleskine® .

Primero estaba el mar


[NOVEDAD] Cuando me ven grabando el programa en la Feria del Libro algunas personas se me acercan y me piden consejos sobre "novedades" para conseguir por los stands. Muchas veces no sé qué contestarles, pero esta vez estoy seguro de qué les diré a todos: la novela del colombiano Tomás González titulada Primero estaba el mar. La novela ha tenido una vida muy larga en Colombia, primero editada de manera casi subterránea y luego, en el 2001, reeditada por Norma al parecer sin mucho éxito. Ahora aparece una nueva edición, también por Norma, que ha editado todos sus títulos y así vuelve apostar por él. ¡Excelente apuesta! Felizmente, la filial en Lima ha traído el libro para que todos nos enteremos de que existe un escritor extraordinario que estábamos pasando por alto. La novela cuenta la historia de J. y su novia, Elena, quienes deciden viajar hacia el mar de Urabá y poner ahí un fundo ganadero, una maderera pequeña y una tiendita. Sin embargo, ni la pareja ni ellos como individuos podrán soportar el encuentro con una naturaleza feroz, absorvente, que termina por devorarlos. Actualmente leo, con la misma admiración, la novela Los caballitos del diablo, mucho más exigente que la anterior pero que comparten muchas imágenes y algunos personajes como J., además de la omnisciente naturaleza.

Tomás González cuenta en una entrevista la génesis de su primera novela: "Cuando murió asesinado mi hermano Juan, en Urabá, a pesar del inmenso dolor que eso me causó, me di cuenta de inmediato que había ocurrido algo que tenía las proporciones de una tragedia; me refiero a las proporciones estéticas. Mientras el dolor que una parte de mí sentía era a ratos casi insoportable, otra miraba los hechos en frío, como alguien que examina un árbol caído y calcula el tamaño de bote que podría sacársele. Y eso fue lo que hice: escribí Primero estaba el mar, y muchas veces mientras lo hacía se me ocurrió que estaba utilizando desvergonzadamente la muerte de mi hermano para hacer literatura. Pero así y todo seguí escribiéndola. Hoy pienso que fue un homenaje no sólo a él sino a todos nosotros, a los que estábamos jóvenes durante aquellos años del idealismo y el hippismo".
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