El amor, tralalí...
He leído el post "El amor, tralalá" en el blog de Patricia de Souza y me hizo recordar los años en los que escribía Escena de caza, de lejos la única novela mía a la que le guardo cariño e incluso respeto (aunque quizá esa consideración sea solo las muecas de la vejez de las que hablaba Pitol). También en esa época pensaba que la gran cuestión del amor era conseguir que el objeto amado sea autónomo y, al mismo tiempo, nos pertenezca completamente. Han pasado los años y ahora, me temo, creo que la cuestión es otra: cómo conseguir un amor que nos salve de nosotros mismos.