Polémica internacional
Desde luego, las polémicas literarias no son exclusividad del Perú. Ahora mismo se ha armado una bronca muy grande a partir del premio Rómulo Gallegos a El vano ayer, de Isaac Rosa. El editor y crítico literario venezolano afincado en París, Gustavo Guerrero, publicó en El País un extenso artículo lapidario en el que considera que ese premio se otorgó con fines políticos. Se titula "Requiem de un galardón" y en él aparecen críticas contra el jurado: "por primera vez desde su creación, los cinco jurados del Premio Internacional de Novela Rómulo Gallegos constituían un solo bloque político y representaban la garantía de una adhesión sin reservas a la ideología revolucionaria. Con ellos, castrismo y chavismo colocaban una bandera en el corazón mismo de una institución que había gozado hasta entonces de un margen de libertad envidiable”. También hay críticas contra la actividad propagandística desplegada por el joven Isaac Rosa "el joven y talentoso Isaac Rosa no ha escatimado esfuerzos para hacer públicas sus simpatías por el régimen castrista... me queda casi la íntima convicción de que, detrás de la decisión final, no se oculta ningún intenso debate estético" y por último, la daga final (que para mí no es un argumento desdeñable, sobre todo conociendo la demagogia de Chávez, a quien no le debe habeer hecho gracia aquel regalo de Fernando Vallejo a la Sociedad Protectora de Animales) : “No es improbable que las provocaciones de Fernando Vallejo al recibir el galardón en 2003 por El desbarrancadero hayan precipitado los acontecimientos, obligando a Hugo Chávez Frías a tomar cartas en el asunto antes de tiempo. Que el colombiano haya tenido el atrevimiento de pronunciar un discurso en Caracas en el que ridiculizaba por igual a Cristo y a Castro, que haya declarado que Bolívar y la Independencia habían sido un mal para nuestros pueblos, y que acabara entregando los 100.000 dólares del premio a la Sociedad Protectora de Animales, era mucho más de lo que podían soportar nuestro presidente y su aliado cubano”. Isaac Rosa solo ha contestado que el editor Venezolano sufre de paranoia. Rosa dice en su respuesta, titulada "Convicciones íntimas" que "Nadie me ha pedido cuenta de mi ‘afiliación política’ ni de mi opinión sobre Cuba, ni antes ni después de la concesión del premio. Excepto Guerrero, que se ha preguntado por tal afiliación como un elemento que convertiría en sospechoso el fallo. De hecho, su crítica al fallo no se apoya en la calidad de la novela (pues se la reconoce), sino en mi postura política (la cual además desconoce y distorsiona)".