Villoro cronista
Juan Villoro acaba de publicar una reunión de sus crónicas titulada Safari accidental en Joaquín Mortiz. En una entrevista muy divertida que le hacen en "Revista de libros" de "El Mercurio" menciona las revistas del género que suele leer: "En primer lugar "Etiqueta Negra", de Perú, descrita con justicia por Alberto Fuguet como la mejor revista de América Latina. Luego "Granta", "New Yorker", "El País Semanal". Asimismo, declara cuáles son sus cronistas favoritos: "Jon Lee Anderson me parece insuperable en temas bélicos. La caída de Bagdad es un equivalente sin ficción de El corazón de las tinieblas. Me gusta mucho la ironía como ejercicio ético y la sagacidad política de Carlos Monsiváis, la versatilidad narrativa de Martín Caparrós, el minucioso desarrollo de los temas y la empatía emocional de Alma Guillermoprieto, la capacidad de hacer quiebres en la cancha de Francisco Mouat"
Por otra parte, reproducen también el artículo "El ornitorrinco de la prosa" en la que habla de ese híbrido que se ha dado en llamar "crónica literaria" y declara lo que podría ser uno de sus principios: "La realidad, que ocurre sin pedir permiso, no tiene por qué parecer auténtica. Uno de los mayores retos del cronista consiste en narrar lo real como un relato cerrado (lo que ocurre está "completo") sin que eso parezca artificial. ¿Cómo otorgar coherencia a los copiosos absurdos de la vida? Con frecuencia, las crónicas pierden fuerza al exhibir las desmesuras de la realidad. Como las cantantes de ópera que mueren de tuberculosis a pesar de su sobrepeso (y lo hacen cantando), ciertas verdades piden ser desdramatizadas para ser creídas"
Por otra parte, reproducen también el artículo "El ornitorrinco de la prosa" en la que habla de ese híbrido que se ha dado en llamar "crónica literaria" y declara lo que podría ser uno de sus principios: "La realidad, que ocurre sin pedir permiso, no tiene por qué parecer auténtica. Uno de los mayores retos del cronista consiste en narrar lo real como un relato cerrado (lo que ocurre está "completo") sin que eso parezca artificial. ¿Cómo otorgar coherencia a los copiosos absurdos de la vida? Con frecuencia, las crónicas pierden fuerza al exhibir las desmesuras de la realidad. Como las cantantes de ópera que mueren de tuberculosis a pesar de su sobrepeso (y lo hacen cantando), ciertas verdades piden ser desdramatizadas para ser creídas"